Garra Gallega
A1 Sport Wellness, así se llama el club de pádel de nuestra protagonista Lis Franco. Ya son las 18.50 de la tarde y Ellas Son Fútbol (ESF) se dispone a entrar por la puerta, en la recepción una mujer sonriente nos dice que ‘Lisiña’ está jugando y que pasemos dentro del recinto. ESF se adentra en el festín de ruidos propio de un club de pádel: el golpeo de las palas, los rebotes de la pelota en la pared, los gritos de rabia… 4 pistas conforman el local, a la derecha de la entrada, se ubica el bar, y a la izquierda, una vitrina repleta de trofeos junto a una pared con hojas informativas sobre los torneos y las ofertas tan tentadoras que ofrece el club.
De repente, ESF la visualiza jugando y se pregunta: ¿Por qué este deporte? ¿Qué será de aquella joven de 17 años que tuvo la oportunidad de vivir los gloriosos años del Karbo Deportivo?
A las 19.00 en punto, se dirige hacia ESF la exjugadora del Karbo Deportivo, un equipo creado desde la ilusión y la motivación que hizo vibrar de emoción durante cinco temporadas a Galicia y a España entera en la década de los ochenta. Así pues, con una sonrisa de oreja a oreja, nos ofrece algo para tomar y acto seguido, subimos a un despacho para charlar tranquilamente. Nos sentamos delante de una mujer de la que ESF tiene mucho que escuchar y poco que objetar.
Bienvenidos a la entrevista de una amante del fútbol que sin pensar en nada más que en un balón y una portería, fue haciendo historia a base de goles y pasión. Eso sí, siempre junto a su equipo formado por 20 jugadoras que tan importantes fueron y son para ella.
ESF: ¡Muy buenas Lis es un placer!
LF: (Sonríe) ¡Buenas, igualmente! (Abre las manos) Ya ves, exjugadora, entrenadora, periodista y ahora gestión deportiva … ya he tocado todo (se ríe) pero este es el peor con diferencia.
ESF: ¿En serio?
LF: (Resopla). Bah, sí, estoy encantada pero da mucho trabajo.
ESF: ¿Por qué el pádel?
LF: Estoy enganchada, aunque es cierto que aquí hay mucha competencia. Pero cuando me dejé el fútbol, me faltaba el tema de la competición y a mí me gusta mucho competir. Un día estaba en un programa de televisión, y me llamaron avisándome que iban a montar un club de pádel, me informé un poquito, ví un par de torneos en la TV y me dí cuenta que de cara a la TV no era my visual. Hasta que un día jugué un partido sin haber tocado una pala en mi vida, y de repente volví a tener esa adrenalina propia de la competición. La verdad que es una droga, tenemos gente aquí que viene todos los días.

ESF: ¿Cuándo empieza a jugar al fútbol? Porque tu padre, Rafael Franco, es un delantero mítico del Deportivo.
LF: (Sonríe) Exacto. Mi padre fue jugador de fútbol, él nació en Argentina y jugaba en el Newell´s Old Boys, luego le fichó el River, y un dato curioso que ni yo sabía es que después de Maradona y de Messi, el futbolista por excelencia en Argentina era un tal Moreno y justo jugaba en la posición de mi padre y en el mismo equipo. Además, en el aquel momento no habían ni cambios, eran los 11 jugadores y si se lesionaba uno, te quedabas con 10 o con 9. Por ello, al cabo de x tiempo, mi padre decidió irse a México a jugar en el Marte. Más adelante, en la temporada de 1948-49, lo ficha el Deportivo y estuvo aquí hasta 1952. Pero él no fue quién realmente me motivó a jugar, mi padre era un argentino muy tranquilo y de hecho, cuando me venía a ver a los partidos, él se ponía en una esquina tranquilito. Todo lo contrario a mi madre (se ríe). Yo tuve la suerte de nacer en un ambiente muy futbolero, mi padre era quien jugaba al fútbol pero la que era futbolera era mi madre. Ella veía siempre deporte en la televisión, le encantaba estar con todo el mundo en los partidos… Me acuerdo cuando tenía 8 años y aún no jugaba, que mi madre quitaba todos los objetos del salón para hacerlo más amplio y así pudiese practicar con el balón. Allí mismo, es donde empecé a jugar.
ESF: ¿Y oficialmente en un equipo?
LF: De repente un día mi padre se entera por medio de un periodista deportivo que en un barrio de la ciudad había un equipo de fútbol femenino. Empecé a jugar con ellas con 9 años y algunas tenían 30 porque no habían categorías inferiores. Básicamente era la mascota del equipo. Me acuerdo que al principio jugábamos con chicos todo el rato y una vez al año estaba el trofeo Erma Cuervo, exjugadora del Ribadedo, en el que se enfrentaban un equipo de Asturias contra un equipo gallego. Precisamente de ese equipo de Asturias salió una de las mejores jugadoras de todos los tiempos, Inma Castañon, que no dudó en ficharla nuestro entrenador Mañana, un nombre muy curioso (se ríe). Y a partir de ahí, empezaron a surgir las primeras Copas de la Reina. La verdad que fue un milagro, aquel equipo era muy bueno porque estaba formado por gente ruda, mujeres sin mucha preparación pero que llegaban al campo y se dejaban la vida, es que aquello era una máquina. Y siempre estaremos agradecidas a Mañana, el gran artífice del equipo que gracias a sus contactos y su ilusión por llevar al equipo a lo más alto pudimos acudir a muchos torneos y partidos tanto dentro como fuera de España.
ESF: ¿Cómo os aceptaron los chicos en una época en la que apenas había equipos femeninos de fútbol?
LF: Mira, había dos campitos en el barrio de los Mallos y la gente pues iba a ver los partidos. Entonces, yo ya no soy consciente de cuando éramos ‘raras’. No tengo la idea en el barrio de los Mallos de sentirme fuera de lugar, aunque más adelante sí.
ESF: Década de los 80, comienzan los gloriosos años del Karbo Deportivo, ¿no?
LF: Así es, el 29 de Junio de 1981 en el campo del Gimnástico Tarragona, se disputó la final de la Copa de la Reina Sofía entre el Karbo Deportivo y el Risco. Ahí tenía 17 años y marqué los dos goles que nos dieron la victoria. Al año siguiente nos volvimos a proclamar campeonas y en los años 1983, 84 y 85 ganamos el Campeonato de España.
ESF: ¿En ningún momento fueron conscientes de que estaban haciendo historia?
LF: ¿Sabes lo que pasa? Cuando jugábamos al fútbol, solo jugábamos al fútbol, no nos dábamos cuenta de nada. Además, gracias a Mañana, nosotras antes de ir a Tarragona ya habíamos ido a Francia a jugar un torneo con gente internacional, e íbamos con la bandera gallega y española todas juntas, la verdad es que aquello fue muy divertido. Sí que es cierto que cuando el Deportivo se apropió del Karbo fue un subidón porque se cambió la equipación, teníamos los campos de Elviña y Villaboa que se llenaban cuando jugábamos en casa. Además, la prensa se portó muy, muy bien con nosotras, todas las semanas nos hacían previas y crónicas. Yo tenía muchísima suerte por ser hija de Rafael Franco y siempre salía en todas partes, me daba un poco de rabia por mis compañeras porque también se lo merecían. Aunque cuando nos pedían que una de nosotras fuese a la radio a hablar después de los partidos, nadie quería y yo siempre iba, pero porque desde pequeña me ha apasionado la radio.
ESF: ¿De ahí viene la vocación del periodismo?
LF: Puede ser porque a mí siempre me ha apasionado la radio aunque haya estudiado derecho. Pero creo que se arraigó más cuando a mi padre por ser exfutbolista del deportivo el periódico Marineda le pidió que se ocupase de las crónicas del Deportivo. Y Rafael que era muy buena persona aceptó (se ríe) pero el pobre no tenía ni idea y decidí escribirlas yo. Al día siguiente, mi padre me dijo que en la redacción todos estaban muy contentos y así comencé a escribir.
ESF: Y una vez finalizó derecho se adentró directamente al periodismo, ¿no?
LF: Sí, yo soy muy gallega y siempre he querido quedarme en mi tierra, he tenido la oportunidad de irme a Madrid pero aquí es donde mejor estoy. He trabajado como redactora en El Ideal Gallego, corresponsal de Marca, locutora y redactora en Radio Voz, presentadora de espacios deportivos en TeleCoruña y Localia Coruña, y con la productora Meiga Audiovisual he tenido la oportunidad de producir Cancha Junior, un espacio centrado en el deporte base y el espacio para la G2 que se llama Quéro Padel.
ESF: ¿Al producir ‘Cancha Junior’ se ha dado cuenta de la importancia del fútbol base?
LF: Sí, evidentemente. La evolución es la evolución, del ser humano, del futbolista… El fútbol masculino de los años 70 con Pelé no es el mismo que el del 2000 con Messi, no tienen nada que ver, por velocidad, fuerza etc. El fútbol femenino necesita ese proceso que no tiene. ¿Cómo vamos a comparar el fútbol femenino que está naciendo con el masculino del 2020?
ESF: ¿Y ahora va a Abegondo a ver el Deportivo Abanca?
LF: Sí, intento ir a verlas aunque en el club cada fin de semana tenemos liga y encima me gusta mucho. Pero este año he acudido a todos los partidos menos al último, y también he ido a verlas a Madrid al Wanda de Alcalá de Henares.
ESF: ¿Qué te parece la temporada del equipo hasta ahora?
LF: Me parece un sueño, además me gusta mucho el fútbol que hacen.
ESF: ¿Cuál es la jugadora que más destacarías?
LF: En general, todas son muy buenas. Yo creo que el/la futbolista tiene que ser un completo, es decir, yo siempre diferencio entre futbolista y jugador de fútbol, hay grandes jugadores de fútbol, pero luego el/la futbolista se completa con otras cosas como es: una actitud positiva, una lucha constante, una ambición bien olida, cuidarse para no tener lesiones, tener peso en el equipo. Por eso creo que Iris engloba todas estas características. No es la posición que a mí me gusta, porque yo cuando jugaba al fútbol jugaba de delantera centro, a mí me gustaba jugar atrás porque yo tenía una buena visión del campo y un buen recorrido del balón, por lo que dicen eh (sonríe), pero teníamos un medio campo tan, tan bueno que a mí me posicionaban en punta. Aquí está la diferencia entre el buen delantero y el muy buen delantero, el delantero siempre está en el sitio justo en el lugar adecuado, ni un metro más adelante, ni un metro más atrás. Está ahí, entonces llega y parece que es fácil pero no, no lo es. Entonces como futbolista me parece muy completa.
ESF: Lis con 9 años. ¿Se imagina jugar ahora?
LF: (Piensa y resopla.) Sería todo un sueño aunque los años vividos con mis compañeras y mi entrenador no los cambio por nada.

Nos despedimos con la esperanza de volver a vernos. Sin duda, ya sea jugando al pádel o al balonmano, después de una hora y media me ha quedado claro que ver a Lis sin una pelota es más difícil que en una taberna típica gallega te sirvan un ‘pulpo a feira’ en mal estado.
La sabiduría dada por la experiencia es fruto de trabajo y motivación, y aunque ella diga que algunas veces por su apellido la prensa la ha querido más y por consiguiente, le han surgido nuevas y numerosas oportunidades, Lis ha sabido aprovecharlas y también con esa fuerte personalidad se ha ganado su sitio en el mundo del periodismo deportivo. Es más, ella dice que una futbolista debe tener como cualidad innata la garra y la pasión a la hora de jugar, y es esa misma intensidad la que plasma en cada proyecto que realiza con respecto al deporte, y más aún si es fútbol femenino o su nuevo hobby, el pádel.
Entrevista realizada por Cristina Brull para «Ellas Son Fútbol».
Imágenes cedidas por Lis Franco.