Patri Padilla fichaba la pasada temporada por el Fundación Albacete procedente del EDF Logroño y se convirtió en una jugadora fundamental para las castellanomanchegas. Se adueñó de la banda izquierda y disputó todos los partidos de liga. Y los disputó como titular acumulando un total de 2560 minutos y siendo la jugadora que más participó el curso pasado en el conjunto albaceteño. Todo esto con 20 años (ahora tiene 21).
Con el Albacete anotó un solo gol que servía para adelantar a su equipo contra el Athletic Club de Bilbao en la que, a posteriori, fue la primera victoria del conjunto que entonces dirigía Mila Martínez sobre el conjunto vasco (marcó el segundo del 3-1 final).
¿Cómo fueron tus inicios y quién te animó a practicar este deporte?
Llevo jugando al fútbol desde que era pequeña en la etapa escolar, creo que tenía 5 años.
Realmente no me animó nadie. Nací con ese deseo y eso que ni mi padre, ni mi madre, ni nadie de mi familia es forofo del fútbol. En Cantabria el fútbol femenino está poco valorado y, por tanto, nada potenciado. De hecho ahora parece que empieza a crecer. En mi experiencia, como antes contaba, empecé a jugar en el colegio, luego jugué con chicos pero al final llegó un momento en que no podía seguir jugando con ellos. Entonces solo tenía al Racing, que estaba en Superliga (ahora Liga Iberdrola) y con apenas 13 años no tenía ese nivel que exigía la competición. En esas circunstancias lo único que tenía era el fútbol sala, donde me enganché fácilmente. Después de 6 años jugando al fútbol sala, recibí la noticia de que Pedro Munitis iba a entrenar al Racing. Cuando escuché su nombre, y sabiendo de su importancia en el fútbol, dije que quería probar. De eso han pasado 4 años y mira, aquí estoy, en el fútbol femenino profesional.
¿Cómo de importante ha sido la figura de Pedro Munitis en Patri Padilla?
Muy importante porque yo venía de fútbol sala, donde el control del balón, el ritmo… son totalmente diferentes. Él me enseño cómo empezar de cero, cómo colocarme y cómo competir. De hecho yo era extremo y un día Pedro dijo: »Padilla, te quiero de lateral». Quería formar una lateral-carrilera y pensó en mí.
En pocos años pasaste del Reocín Racing y Logroño (de segunda división), a Primera División con el Fundación Albacete. Y ahora al Levante. Son pasos de gigante en periodos de tiempo muy cortos. ¿Cuál es el secreto de este éxito y a qué sacrificios has tenido que enfrentarte para lograrlo?
Cuando estaba en el Racing, el Logroño me presentó un proyecto para subir a Primera División y pensé en ello como crecimiento personal para mejorar e ir subiendo a pasos pequeños. Tras jugar con el Logroño, incluso la fase de ascenso, tenía la idea de quedarme y me llamó el Albacete, que ya era un paso muy grande y la única manera que veía de llevar bien ese reto era con trabajo, trabajo y más trabajo. En Albacete he trabajado más de lo que debía. Posiblemente por eso hoy estoy en un equipo como el Levante, debe ser que el trabajo ha dado sus frutos.
Quizá lo que más me cuesta son los pequeños detalles como adaptarse a la comida de cada zona, el clima… Luego cada club tiene una exigencia diferente.
Después de todo lo que has vivido como jugadora para llegar hasta aquí, ¿qué consejo darías para seguir motivada hasta en los momentos difíciles?
El consejo es trabajar, trabajar y trabajar porque nadie te regala nada y más en el fútbol femenino, que es más trabajo que otra cosa. Y si solo tienes una idea negativa »no voy a jugar», es un gran error. No se trata de que no vayas a jugar porque seas más mala que alguna de tus compañeras. No. No vas a jugar porque igual, en ese momento no te toca; pero si sigues trabajando, entrenando con buen humor, haces piña en el equipo… todo eso se nota y es bueno. No solo para ti, sino también para el equipo.
¿Qué te hizo elegir el Levante como destino?
Me gustó el proyecto que me propusieron. El Albacete es un equipo de Primera, pero claro, te llama el Levante, que es un equipo con otros objetivos, un equipo histórico con muchos títulos en sus vitrinas, que está profesionalizado y tenía esa curiosidad de decir »venga, me voy a ir a un club en el que a las mujeres las consideren profesionales» y me gustó mucho lo que me propusieron. El club cuenta con todos los medios: médico, fisio, nutricionista… todo lo que se necesita para crecer como jugadora.
¿Qué tal estos primeros días? ¿Cómo está siendo la adaptación a la nueva ciudad, compañeras, al estilo de juego…?
Me está costando adaptarme. En especial por el clima, que los primeros días lo he pasado bastante mal. Además de la exigencia y el ritmo que propone el club, pero poco a poco y trabajando mucho se conseguirá. Además cuento con el apoyo de un vestuario muy bueno con grandes compañeras y con muy buen rollo. El juego me gusta, pero necesito adaptarme al nivel, pues vengo de un nivel más bajo sin estar tan pendiente de entrenamientos… pero es eso, adaptarse, tiempo y trabajo.
¿Satisfechas con los resultados y el trabajo de la pretemporada? ¿Qué sensaciones han aportado estos partidos?
Estoy satisfecha. En el COTIF éramos un equipo muy nuevo, muchas teníamos que conocernos y adaptarnos. Pero ahora ya se ha visto un cambio, en especial a la hora de entrenar. Se nota que ya nos vamos conociendo y entendiendo como grupo. Me siento muy bien en el vestuario, jugando me sentí muy cómoda. Este periodo ha sido como de prueba, por lo que tenía libertad para demostrar mis aptitudes y lo que puedo aportar. Por lo que estoy muy a gusto.
Objetivo como equipo y objetivo individual (quizá mejorar la cuarta posición del año pasado)
Nuestro objetivo es ganar cada partido conforme se nos vayan presentando. Siempre hay que tener eso en la cabeza: ganar. Y como objetivo individual, obviamente quiero ser titular, pues nadie va a un equipo para no querer jugar y para eso tengo que trabajar y ganármelo como profesional. Ahora mismo un objetivo más corto es lograr la adaptación total y dar todo de mi para ello.
A solo unas semanas para arrancar la nueva temporada ¿Cómo ves este año el campeonato y quién crees que serán los rivales del Levante por la consecución de sus objetivos?
La Liga Iberdrola ha mejorado mucho, yo solo llevo un año y veo una progresión en cuanto a fichajes y mejora en los clubs, eso quiere decir que el fútbol femenino está creciendo, por lo que el nivel va a subir y ese reto me gusta. Como nuestro objetivo es ganar cada partido que se nos presente, le plantaremos cara a equipos como FC Barcelona, Atlético de Madrid, Athletic Club.. queremos pelear a los grandes y ¿por qué no? Ganarles.
¿Cuál crees que es vuestro punto fuerte de cara al campeonato liguero?
Me está gustando, en los entrenamientos, como se reparte el juego, como tocamos el balón por el centro del campo evitando el fútbol de pelotazos y avanzar entre líneas con pases y rápidamente llegar a portería para marcar gol.
El Levante Femenino es uno de los equipos que cuenta con su propia Peña oficial de aficionados que animan y viajan con el equipo (Peña Levante Femenino) ¿Cómo de importante es el apoyo de la afición para alguien que tiene muchos km de distancia con sus familiares?
La afición es una parte muy importante, porque el fútbol femenino no es tan conocido ni seguido como el masculino. Entonces nosotras valoramos mucho a esas personas que hacen tanto esfuerzo por vernos y que nos apoya. A mí me gusta mucho el tema de la afición. Porque el verles allí es como si me dijeran »estoy confiando en ti» y tenemos que demostrar que se puede confiar en nosotras, y vamos a luchar por ello.
¿Algún mensaje para tu nueva afición?
Me gustaría decir que vengan a vernos, que nos apoyen porque cuando hay buen ambiente, eso nos motiva en el campo. Ver gente en las gradas motiva mucho más que ver las gradas vacías. Necesitamos su apoyo. Es esencial su aporte y además este año va a ser muy bueno y vamos a hacer que lo disfruten.
Entrando en un ámbito más personal… Una cualidad y un defecto
El fútbol sala me ha dado mucho en el ámbito técnico para ser lateral y por ello, en espacios reducidos quizás puedo practicar un fútbol más vistoso como un caño. Y como defecto, mi resistencia, pero tengo la suerte que eso se trabaja.
Y con respecto a las manías…
No tengo ninguna manía ni número en especial. Pero es verdad que yo soy mucho de cabeza. Por ello, durante toda la semana tengo que estar bien conmigo misma y llevar a cabo y de manera ordenada las rutinas y verme bien entrenando, con las comidas y el gimnasio y así tener buenas sensaciones. Si a mitad de semana, esta rutina, por algún motivo se pierde o rompe por cualquier tontería, se me va esa buena sensación.
Cuéntanos el mejor recuerdo que conserves de tu carrera.
Durante mi segundo año de fútbol sala, me llamó la selección autonómica para jugar, y aunque Cantabria no tenía gran nombre porque había muy poco fútbol y nivel, fuimos a jugar un campeonato a Murcia y nadie apostaba por nosotras. Teníamos que enfrentarnos en semifinales a Andalucía, y en la mesa comiendo, escuchábamos como se reían y burlaban de nosotras porque el año pasado a Cantabria le habían ganado por 25-0, ese año yo ni siquiera jugaba ni muchas de mis compañeras allí. Simplemente les escuchamos y no entramos a discutir. La respuesta se la dimos en el parqué. Quedamos subcampeonas, para ello tuvimos que ganar a aquellas que se reían de nuestra selección.
Un sueño
Todo el mundo contesta que su sueño es jugar en la selección. A todo el mundo le hace ilusión. Incluso a mí. Pero hay que ir poco a poco, mantener los pies en la tierra y pensar que a eso solo se puede llegar trabajando. De nada me vale tener un sueño y no trabajar diariamente para cumplirlo. Luego se conseguirá o no, pero al trabajo no hay que renunciar nunca.
Entrevista y fotografías: Judit Lavara (@JuditLavara)